Ser padre o madre soltero es difícil en cualquier lugar adonde uno viva, pero las madres solteras en Japón viven en una cultura que las hace particularmente vulnerables a la pobreza y al aislamiento social. La sociedad japonesa es muy conservadora y es considerado un tabú ser padre o madre soltero. Una cultura de vergüenza implica que las madres solteras son menospreciadas y generalmente esconden su situación de sus amigos y su familia.

Las mujeres tradicionalmente dejan de trabajar cuando tienen un hijo, y puede ser muy difícil para las madres solteras encontrar empleo. En casi el 80 por ciento de los divorcios, se entrega la custodia total a la madre, y ya que no hay un sistema para hacer cumplir los pagos de apoyo a los hijos, las madres solteras generalmente asumen la carga financiera de criar a sus hijos solas.

Little Ones – una organización sin fines de lucro con sede en Tokio establecida en 2008 por el activista social Koyama Kunihisa – trabaja duro para apoyar al creciente número de familias monoparentales en Japón (90 por ciento de las cuales son madres solteras) y concientizar sobre la pobreza infantil, un problema en aumento.

La cantidad de familias de madres solteras en el país aumentó en alrededor de un 50 por ciento entre 1992 y 2016, de acuerdo al Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar. Encontrar un lugar adonde vivir puede ser especialmente difícil para estas mujeres porque los propietarios son recelosos de alquilar a madres solteras, quienes ellos asumen que son financieramente poco fiables.

Los prejuicios enfrentados por las madres solteras tienen un impacto extremadamente negativo en sus vidas y también en las perspectivas de sus hijos. De acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Salud, el 16 por ciento de los niños japoneses viven por debajo de la línea de pobreza, pero entre las familias monoparentales esta cifra alcanza el 54 por ciento, afectando los resultados de salud y educacionales.

Little Ones opera un esquema innovador que brinda a las madres solteras y a sus hijos vivienda segura, asequible y estable, al mismo tiempo utilizando el problemático exceso de hogares vacíos de la nación.

Crisis de hogares vacíos

La población de Japón está envejeciendo y disminuyendo. Cuando un miembro de la familia se va de la casa o muere, su propiedad es generalmente heredada por parientes que no tienen uso para la misma y la ven como una carga financiera. Una industria de la construcción floreciente sumada a la falta de compradores significa que el mercado de reventa es lento. No hay obligación de registrar la propiedad de inmuebles en Japón, así que los dueños pueden simplemente alejarse a una propiedad no deseada y evitar pagar impuestos sobre la herencia y la tierra. Como resultado, alrededor de nueve millones de hogares en Japón (el 14 por ciento del parque residencial total) está sin ocupar.

Se espera que el número de hogares vacíos o abandonados – conocidos como ‘akiya’ – aumente a medida que la población continúa disminuyendo. El instituto de Investigación Nomura prevé que el número de akiya alcanzará los 21,7 millones en 2033 – aproximadamente un tercio de todos los hogares de Japón. Para resolver esta creciente crisis, el gobierno japonés aprobó la Ley de Medidas Especiales para Casas Vacías en 2015 para promover la demolición y re-utilización de casas abandonadas.

Little Ones identificó la nueva ley como una oportunidad para expandir su trabajo existente de convertir casas privadas que están abandonadas o sin ocupar en hogares asequibles para madres solteras. La organización trabaja directamente con dueños de propiedades, agentes inmobiliarios y gobiernos locales para adquirir hogares vacíos para renovar y alquilar.

Little Ones ayuda a los propietarios de hogares vacíos a solicitar una subvención del gobierno, la cual cubre dos tercios de los costos de renovación para hogares que serán ofrecidos en alquiler para inquilinos de bajos recursos. Esos costos pueden ser demasiado altos para que los individuos cubran por sí solos, porque los hogares deben cumplir con estándares de construcción y estrictas regulaciones contra terremotos.

Una vez renovados, las madres solteras firman un contrato de alquiler de dos años y pueden solicitar extensiones posteriores. Little Ones gestiona las propiedades que han sido alquiladas a las madres solteras en nombre del gobierno local. El alquiler es típicamente entre 10 y 20 por ciento por debajo de la tasa de mercado pero en ciudades como Tokio, donde los costos de alquiler y de vida son muy altos, las madres solteras pueden tener dificultades para realizar los pagos, incluso si pudieran encontrar empleo.

Little Ones ofrece planes de pago para inquilinos que tienen dificultades para pagar el alquiler, permitiéndoles pagar en cuotas. La organización actúa como garantía y paga el precio completo al propietario por adelantado. Se ofrece a los inquilinos orientación vocacional y apoyo de subsistencia, por ejemplo una línea de ayuda gratuita, comida y ropa de emergencia, y orientación legal para víctimas de violencia doméstica.

Los costos anuales de operación del proyecto de vivienda son de US$ 18.000, lo cual está cubierto por subvenciones del gobierno y donaciones. Little Ones recibe alrededor de US$ 30.000 por año en donaciones de empresas y ofrece una membresía anual de US$ 30 para personas que quieran apoyar a las madres solteras. Algunos propietarios de akiya pagan a Little Ones honorarios de consultoría.

Cambiando vidas

Desde 2013, Little Ones ha utilizado su proyecto de hogares vacíos para alojar a más de 200 madres solteras en Tokio, Osaka y Chiba. Sólo en 2017, el esquema apoyó a más de 1.300 madres solteras y renovó y puso en alquiler 68 hogares para madres solteras en todo Japón.

A través de su proyecto de vivienda y su trabajo de apoyo más amplio, Little Ones está ayudando a cambiar algunas ideas equivocadas muy arraigadas sobre las madres solteras, y ayudando a eliminar parte del estigma social que arruina las vidas de esas mujeres y de sus hijos. En 2016, la organización estableció una red de apoyo y recursos online que contiene información sobre empleos, disponibilidad de vivienda y de escuelas, etc. Al ofrecer oportunidades para madres solteras y para sus hijos para encontrarse en la comunidad, Little Ones ayuda a este grupo vulnerable y aislado a crear una importante red social.

El impacto del proyecto también puede observarse en la calle. Las casas abandonadas son generalmente antiestéticas, creando serios riesgos de salud y seguridad en zonas densamente pobladas, y convirtiéndose en imanes para el vandalismo y el comportamiento antisocial. Al renovar estos hogares y ponerlos nuevamente en uso, el proyecto de Little Ones está mejorando físicamente los barrios para la comunidad entera y brindando una alternativa ambientalmente sostenible a la cultura de ‘tirar y construir’ en Japón. El proyecto también ofrece una fuente estable de ingresos a los dueños de akiya, quienes de otra manera tendrían que pagar un impuesto a la propiedad vacía.

El futuro

Little Ones continúa su trabajo para eliminar la pobreza de vivienda entre las familias de madres solteras y le entusiasma compartir sus experiencias con otros alrededor del mundo. El proyecto es el primero en Japón en brindar vivienda asequible para madres solteras y sus hijos al renovar propiedades urbanas vacías o abandonadas, y ha sido reconocido a nivel nacional como buenas prácticas en la gestión de la crisis de hogares vacíos.

Little Ones está aumentando en escala su enfoque en otras ciudades, y trabaja para crear un mecanismo regional que permitirá a cada madre soltera en Japón encontrar y elegir un hogar asequible. Como parte de esto está abogando para que el gobierno cree un marco para la asistencia de alquiler para familias monoparentales.

Para los cientos de madres solteras que ya se benefician del proyecto, tener un entorno seguro y estable al cual llamar su hogar es un primer paso esencial en su camino para salir salir de la pobreza y hacia construir una mejor vida para sus hijos.

Vea el resumen completo del proyecto aquí – disponible sólo en Inglés