El sinhogarismo es un problema que se agrava en toda Europa. En Ámsterdam, los costosos alquileres del sector privado y un déficit de 70.000 casas han sometido al suministro de viviendas asequibles de la ciudad a una presión extrema. Actualmente, el tiempo de espera promedio para una de las 186.000 casas sociales de Ámsterdam es de 11 a 15 años. Cada vez más personas se ven obligadas a vivir en albergues temporarios o en la calle, donde quedan vulnerables a situaciones de violencia, explotación, alcoholismo y drogadicción.

Para tratar el sinhogarismo se requiere la colaboración de diferentes organismos, a fin de lograr un cambio real y duradero para las vidas de las personas, cuyas necesidades suelen ser numerosas y complejas. En los Países Bajos, el “modelo escalonado” siempre fue el enfoque dominante para abordar el sinhogarismo. Esto significa “tratamiento primero” para las personas sin hogar, que tienen que atravesar una serie de etapas de progreso antes de que se considere que están listas para mudarse a una casa más permanente.

Discus Vivienda Primero es una adaptación del modelo estadounidense de Vivienda Primero. El objetivo de este innovador programa de viviendas es erradicar el sinhogarismo en Ámsterdam mediante la inversión del modelo tradicional. Discus Vivienda Primero traslada a las personas sin hogar a una vivienda permanente lo más rápido posible y les proporciona asistencia continua y flexible durante el tiempo que sea necesario, pero de manera voluntaria. El enfoque empodera a las personas sin hogar a fin de fomentar un cambio positivo real, al centrarse en sus fortalezas, en lugar de en sus debilidades.

El programa fue el primero de este tipo en los Países Bajos, y comenzó como una iniciativa conjunta entre Jellinek Mentrum, Alliantie Amsterdam y el concejo municipal. En 2007, Discus se convirtió en un departamento de HVO Querido. Jellinek Mentrum ofrece tratamiento y asesoramiento a personas con problemas mentales, psiquiátricos y de adicción. Alliantie Amsterdam es una asociación de viviendas, y HVO Querido brinda orientación y atención a personas vulnerables.

Discus inició su programa de Vivienda Primero en abril de 2006, con el objetivo de terminar con el sinhogarismo en las calles, empoderar a las personas, respetar sus elecciones, ayudarlas a modificar hábitos perjudiciales de consumo de drogas y alcohol, y brindarles apoyo para que puedan participar nuevamente en la sociedad de la manera que ellas decidan. Desde entonces, gracias al programa Discus, se proporcionaron viviendas a más de 600 personas sin techo. A principios de 2019, se creó la casa número 1.000 de HVO-Querido para Vivienda Primero en Ámsterdam.

El programa en la práctica

Para iniciar el proceso, Discus evalúa las necesidades fundamentales de cada persona: una casa, seguridad y atención básica. Luego, les brinda asistencia para que tomen decisiones sobre cómo desean mejorar sus vidas. Los usuarios tienen el control y el poder para tomar decisiones fundamentales, como con quién quieren trabajar y el tipo de asistencia que desean recibir. Esto incluye la ubicación de su vivienda, actividades, trabajo voluntario, y la duración, el horario y la frecuencia de sus sesiones de apoyo. Con la autorización del usuario, Discus involucra a los vecinos y familiares en el proceso, ya que estas personas pueden tener un papel crucial en la motivación de la persona para que reconstruya su vida y participe en la sociedad lo más posible.

Discus cree que tener una casa segura representa los cimientos sobre los cuales los usuarios pueden trabajar para superar otros desafíos en sus vidas y alcanzar sus metas. A través de Discus, los usuarios de Vivienda Primero alquilan apartamentos que proporcionan nueve asociaciones de vivienda de Ámsterdam. Los usuarios reciben ayuda para mantener sus casas, y otro tipo de apoyo, como rehabilitación psicológica y social. Ellos pueden decidir por sí mismos cómo quieren organizar sus vidas, siempre que paguen el alquiler y no tengan comportamientos antisociales.

Cuando el proyecto comenzó, Discus brindó alojamiento a personas que venían directamente de la calle. Con el paso de los años, el grupo destinatario se amplió, y ahora se proporcionan viviendas a personas de refugios de noche, refugios de 24 horas y casas de rehabilitación. De Veldtafel, un grupo de profesionales de diferentes organizaciones de asistencia bajo la supervisión del servicio de salud municipal de Ámsterdam, deriva a los usuarios a Discus.

El enfoque de Discus es distinto al de la mayoría de los modelos de Vivienda Primero. Se evalúa a cada usuario a fin de identificar al trabajador social adecuado para brindarle apoyo. Discus cree que el éxito del programa depende de esta relación crucial, y el usuario puede participar en la elección del trabajador social que se le asignará. Actualmente, este cuenta con 85 trabajadores sociales, y prioriza la contratación de individuos que tengan la personalidad y características de comportamiento adecuadas, más que determinados conjuntos de habilidades técnicas o académicas.

Los trabajadores sociales siguen una metodología creada por Discus Vivienda Primero, llamada “También-puede-ser-diferente”. Esto fomenta un abordaje más creativo del trabajo social, a fin de lograr pequeños triunfos. Por ejemplo, cuando a un usuario no le estaba resultando sencillo vivir en una casa, Discus trabajó con la municipalidad de Ámsterdam para obtener un permiso para que esta persona viviera en un barco pequeño. Gracias a este tipo de apoyo flexible, muchos usuarios pueden superar viejos patrones negativos de comportamiento. Además, si un usuario siente que su programa de asistencia no está funcionando de manera efectiva, puede modificarlo.

El presupuesto anual para Discus Vivienda Primero es de 10 millones de euros (11,2 millones de dólares). En promedio, Discus recibe 22.000 euros (24.810 dólares) al año por usuario de la municipalidad de Ámsterdam, para cubrir los costos de la asistencia. La municipalidad también proporciona apoyo financiero a los usuarios, que reciben alrededor de 1.000 euros (1,122 dólares) cada uno, por mes, más un apoyo adicional para el alquiler (300 euros/337 dólares).

El costo de alquiler de cada unidad de Vivienda Primero es de 500 a 700 euros (entre 560 y 785 dólares). Un subsidio para viviendas reduce este costo en alrededor de 200 euros (224 dólares) por mes, con lo cual, a los usuarios les corresponde pagar entre 300 y 400 euros (336 a 449 dólares) por mes. En contraposición, los alquileres de las viviendas sociales son de aproximadamente 700 a 800 euros (785 a 897 dólares), sin el apoyo financiero adicional, y los alquileres privados en Ámsterdam cuestan alrededor de 1.000 euros (1.122 dólares) por mes.

Impacto social y ambiental

Cuando el programa comenzó, el “enfoque escalonado” era el método dominante para abordar el sinhogarismo en Ámsterdam. Al involucrar a la municipalidad en el desarrollo del programa —con presentaciones convincentes de usuarios—, Discus pudo demostrar la eficacia del enfoque de Vivienda Primero. Esto permitió la expansión continua del modelo en toda la ciudad y la adopción de Vivienda Primero como política local oficial para el sinhogarismo en 2017.

Hasta la fecha, Discus proporcionó viviendas a 600 personas que no tenían techo. Una investigación que se llevó a cabo en la Universidad de Radboud en 2013 evidenció un sorprendente índice de conservación de viviendas del 93 por ciento en un grupo de 100 usuarios de Discus. Cuando logran tener acceso a una vivienda, al principio, los usuarios enfrentan problemas complejos y variados. No obstante, un proyecto europeo de 2013 para evaluar la eficacia de Vivienda Primero observó que casi todos los usuarios de Discus experimentan mejoras en su situación de vida (91 por ciento), en su calidad de vida en general (89 por ciento), en sus actividades diarias (79 por ciento) y en su resiliencia (79 por ciento). La mayoría también experimenta una mejora en su estado físico (73 por ciento), en su condición mental (70 por ciento), en la reducción del consumo de sustancias (71 por ciento), en sus finanzas (70 por ciento), en la limpieza del hogar y el cuidado personal (68 por ciento), y en la relación con sus hijos (67 por ciento).

El objetivo de Discus es lograr tener un impacto positivo similar sobre el medioambiente. Los empleados no tienen una oficina central, sino que trabajan en diferentes puntos de la ciudad y se los alienta a usar bicicletas y transporte público lo más posible. El año pasado, introdujeron un proyecto denominado “Deja de desperdiciar, empieza a compartir”, mediante el que se recolectaron y distribuyeron artículos de segunda mano entre los usuarios. Además, Discus incorporó medidas para el ahorro de energía en las casas de Vivienda Primero, como iluminación LED, válvulas termostáticas, dispositivos para ahorrar agua e interruptores de luz automáticos.

El futuro

La Ley de Asistencia Social de 2015 establece que la municipalidad de Ámsterdam debe cubrir los costos de asistencia del programa de Discus Vivienda Primero, lo cual garantiza el futuro del modelo y su crecimiento continuo.

Discus apoya la implementación del enfoque de Vivienda Primero en otras partes del país, mediante cursos de capacitación profesional. Más de 20 ciudades de los Países Bajos ya adoptaron el modelo de Vivienda Primero, y Discus contribuyó con la capacitación de los trabajadores. Este año, se abrió un centro especializado para ofrecer capacitaciones a organizaciones de asistencia. Discus también tiene un papel crucial para el crecimiento de Vivienda Primero en toda Europa, y comparte prácticas recomendadas con organizaciones en países como República Checa, Noruega, España, Macedonia, Inglaterra, Escocia y Bélgica.

Gracias a este enfoque innovador, Discus está transformando la manera en que se aborda el sinhogarismo en Europa, y ayudando a cientos de personas vulnerables a acceder a un hogar seguro y asequible, y conservarlo.

Vea el resumen completo del proyecto aquí – disponible sólo en Inglés