El proyecto está enfocado en el grupo étnico Olep, quienes viven en el límite occidental de un importante parque nacional en el oeste de la parte central de Bután. Originalmente una comunidad nómade de cazadores recolectores, los Olep fueron alentados por el gobierno a asentarse en Rukha a principios de los años 1970s, para que puedan beneficiarse de las iniciativas de desarrollo que tenían lugar en el país. Sin experiencia en la vida estable y con sus antiguos medios de vivir de los bosques ya no disponibles, la comunidad cayó en la pobreza extrema. Este proyecto, llevado a cabo por la Fundación Tarayana, ha desarrollado habilidades y alentado valores que han ayudado exitosamente a la comunidad a recuperarse y prosperar. Originalmente enfocado en el pueblo de Rukha, el proyecto se ha expandido a otros 150 pueblos en Bután.

 

Descripción del Proyecto

Fines y Objetivos

El fin principal del proyecto fue empoderar la comunidad local para que puedan ayudarse a ellos mismos a salir de la pobreza. Esto se logró a través de los objetivos clave:

  • Concientización sobre los roles, derechos y responsabilidades de los miembros de la comunidad hacia el futuro que deseaban.
  • Educación de los niños así como también programas de alfabetización no-formal para adultos.
  • Desarrollo de capacidades.
  • Documentación del lenguaje y folclore tradicional.
  • Promover el cuidado local del entorno inmediato.

La Fundación Tarayana es una organización sin fines de lucro que trabaja para mejorar las vidas de individuos vulnerables en comunidades rurales y remotas de Bután. Fue fundada en 2003 por Su Majestad la Reina Madre Ashi Dorji Wangmo Wangchuck (quien aún es la Directora y Presidente de la organización). Aunque es independiente, Tarayana trabaja con el gobierno Butanés y las comunidades locales para ayudarles a alcanzar sus objetivos de mejoramiento de la prosperidad rural.

Tarayana se enfoca en áreas extremadamente remotas que de otra manera serían consideradas demasiado difíciles y aisladas para trabajar. La Fundación trabajó en cuestiones logísticas y prácticas relacionadas a alcanzar y servir a estos lugares alejados. Al hacer esto, reconocieron a comunidades pequeñas y marginalizadas como grupos importantes a apoyar para acceder oportunidades y mantener su cultura única. Esto es importante ya que las minorías étnicas frecuentemente se encuentran en riesgo de aislamiento y/o ven a los jóvenes partir hacia sitios más animados.

Contexto

Rukha es un pueblo pequeño y remoto de 18 familias (147 personas). La gente es de la minoría étnica Olep. Los Olep se asentaron en Rukha a principios de los años 1970s como parte de un programa de gobierno para asentar a comunidades nómades para que puedan beneficiarse del desarrollo planeado que estaba comenzando a llevarse a cabo. El gobierno proporcionó a la comunidad tres acres de tierra cultivable, además de medio acre para construcción de viviendas y jardines de cocina.

Las familias se asentaron en la tierra en viviendas pequeñas, temporarias e improvisadas hechas de bambú con techos de hojas de bambú. La expectativa era que estas viviendas fueran reemplazadas por viviendas más permanentes. Sin embargo, la comunidad tenía poca experiencia en la vida estable y no tenía las habilidades para mejorar sus viviendas. Como resultado, no sólo no se reemplazaron las viviendas, sino que tampoco fueron correctamente mantenidas y cayeron en el abandono. Las características de la comunidad también hicieron que les faltara la experiencia y habilidades para mantener los cultivos. Luego de muchos años, la tierra se mantuvo parcialmente cultivada, con más campos improductivos que se excluyeron del uso agrícola. La escuela más cercana estaba a muchas horas de caminata y muy pocos niños recibían educación.

Luego de los tres años iniciales de apoyo del Ministerio de Agricultura, en los cuales se desarrollaron las terrazas y se enseñaron las habilidades básicas de cultivo, ellos quedaron solos. Al fallar la irrigación confiable, las cosechas fallaron, y ante la falta de concientización en relación a la selección y almacenamiento de semillas, los pueblerinos cayeron lentamente en la pobreza extrema. Cuando recibieron la visita de Su Majestad en 2001, las condiciones de vida se habían deteriorado significativamente y existía evidencia de mala salud y malnutrición.

Características Clave

La filosofía del proyecto fue alentar a la comunidad a liderar su propio desarrollo. El papel de Tarayana fue el de facilitar la participación de la comunidad e involucrar a actores clave para ayudar a la comunidad hacia la prosperidad. Los Trabajadores en Terreno de Tarayana trabajaban y vivían en Rukha junto a la comunidad. Esto les ayudó a entender el estilo de vida y preocupaciones de los Olep y construir una relación de confianza.

El proyecto utilizó el Enfoque de Evaluación Rural Participativo para involucrar a toda la comunidad en el planeamiento de proyectos, ya que éste no requiere que los participantes estén alfabetizados. A través de esto, la comunidad formó un comité que definió los objetivos y estrategias del proyecto. El mejoramiento de viviendas obtuvo la primera prioridad, a través de concluir que mejor vivienda era una necesidad básica esencial y el primer paso para sentirse seguros y con confianza. Otras prioridades incluyeron la revitalización de la agricultura y el desarrollo de negocios de artesanías tradicionales como una fuente de ingresos de efectivo.

Se establecieron tres sub-comités para supervisar las tres áreas prioritarias:

  • Construcción y renovación de vivienda: El comité movilizó a los miembros de la comunidad relevantes para recibir capacitación en habilidades tales como carpintería, albañilería, uso de adobe y la construcción de paredes de piedra. La capacitación y supervisión en terreno fue proporcionada por un constructor maestro traído de un pueblo vecino. Los aprendices del Centro de Capacitación en Construcción proporcionaron horas de trabajo adicionales. Durante un periodo de dos años, todas las casas de bambú en el pueblo fueron reemplazadas por casas de dos plantas de madera y adobe, construidas en el estilo tradicional. Tarayana proporcionó los materiales (paneles corrugados de techado, madera, clavos, etc.). Toda la comunidad participó en la construcción. Se realizó un sorteo para decidir un cronograma justo de construcción.
  • Revitalización de artesanías tradicionales: El comité supervisó la capacitación en habilidades en artesanías tradicionales, la cual incluyó productos de caña y bambú y también muchos productos hechos de vainas de mazorcas de maíz.
  • Cultivos amigables con el medio ambiente: Las mujeres de cada familia formaron un comité para asegurar el mantenimiento de huertas de cocina activas por parte de cada familia. Se incorporaron miembros adicionales al comité de tanto en tanto para aportar habilidades y conocimientos especializados según las necesidades. Estos incluyeron un Trabajador en Terreno y un especialista del Departamento de Agricultura, quienes apoyaron a la comunidad y llevaron a cabo capacitación en técnicas de cultivo amigables con el medio ambiente que eran sostenibles.

Además de los tres sub-comités, el proyecto también incluyó: Apoyo a la educación, sanidad y salud: Se construyó una escuela primaria en el pueblo cercano de Migtana, el cual funciona como ubicación central para otros tres pueblos. Tarayana cubrió las comidas diarias para los 60 estudiantes inscriptos allí. El gobierno inició un centro de aprendizaje comunitario para comenzar la Educación No Formal para adultos, y la Fundación proporcionó los útiles esenciales, la ayuda al aprendizaje y facilitó otras sesiones para los niños. Se proporcionaron clases de inglés para jóvenes. También se llevaron a cabo actividades concientización sobre:

  • Salud, nutrición y sanidad.
  • Gestión de recursos locales naturales y de medio ambiente (gestión de agua, productividad mejorada del suelo, etc.).
  • El valor de la educación.
  • Cuestiones de género.

Acceso al crédito: Los miembros de la comunidad deseaban acceder a micro-créditos para iniciar pequeños emprendimientos. Utilizaron el programa de micro-créditos de Tarayana para acceder a 100,000 BTN (1.500 US$) para comprar una máquina para el arado. Esto sirvió como medio de transporte principal en ausencia de vehículos luego de que la calle de la granja haya sido construida.

Irrigación: instalación de caños de agua apropiados para irrigación agrícola, resolviendo la previa distribución inadecuada del agua. El agua corriente también fue utilizada para acuicultura.

Pesca: Un pescado ahumado llamado Nga Dosem es un manjar para los Oleps. La producción de pescado comenzó localmente con la introducción de alevines a través de un programa de pesca del Gobierno, y se convirtió en una buena fuente de ingresos de efectivo.

Electrificación solar: Tres mujeres de la zona instalaron sistemas de iluminación solar para las 18 viviendas, el hall comunitario y el centro de aprendizaje. Ellas fueron capacitadas en el Barefoot College (Universidad de Pies Descalzos), en Tilonia, Rajastán en la India, una institución que enseña a miembros de la comunidad a convertirse en ‘ingenieros solares de pies descalzos’. También se desarrolló un Taller Electrónico Rural en el pueblo para reparaciones y mantenimiento de paneles solares y del sistema de iluminación solar.

¿Qué impacto ha tenido?

En dos años se completaron 15 viviendas en Rukha: 33 hombres y 24 mujeres fueron capacitados en habilidades de carpintería y albañilería. Tarayana facilitó la construcción de otras 860 viviendas como parte del programa de mejoramiento de vivienda basado en el modelo de Rukha, en muchos pueblos remotos.

La disponibilidad y variedad de alimentos aumentaron y las técnicas de cultivo mejoradas llevaron a un excedente de producción que fue vendido en el mercado. Con el aumento de ingresos de efectivo, ellos pudieron comprar otros bienes y servicios necesarios. La población vio mejoras en el acceso a salud y educación, junto con mejores oportunidades laborales a través de la agricultura, artesanías y la venta de pescado ahumado. Algunos también llevaron a cabo trabajos de construcción de vivienda en otros pueblos remotos como carpinteros y albañiles. Las actividades llevadas a cabo para mejorar la vida en el pueblo llevaron a que la gente trabaje conjuntamente, lo que mejoró la cohesión social en la comunidad.

¿Cómo se financia?

Los Voluntarios de Naciones Unidas/Programa de Naciones Unidades para el Desarrollo (VNU/PNUD) proporcionaron 50.000 US$ para el comienzo del proyecto en 2006, por una duración de dos años. La comunidad contribuyó con trabajo y tierras, mientras que Tarayana contribuyó facilitando el proyecto, la gestión del personal y el apoyo administrativo.

En 2007, el Programa de Pequeñas Donaciones del Servicio Global Ambiental (PPD – SGA) apoyó con financiación el programa ‘Opciones de Subsistencia Alternativas para la Comunidad Indígena de Rukha’ con 31.845 US$. Este programa complementó el trabajo que se llevaba a cabo en Rukha. Tarayana envió una solicitud en nombre de la comunidad y los fondos fueron transferidos a la cuenta bancaria de la comunidad. Tarayana ayudó a que los fondos sean utilizados de acuerdo con el plan desarrollado con los Oleps.

 

¿Por qué es innovador?

  • El papel de Tarayana como facilitador de base comunitaria, reuniendo a distintas partes para alcanzar una meta común, y el enfoque en minorías étnicas remotas son logros significativos en el contexto Butanés.
  • Este proyecto ha demostrado la necesidad de disolver los silos sectoriales para enfrentar la naturaleza multi-dimensional de la pobreza rural.
  • Ha demostrado que el involucramiento de organizaciones de base comunitaria en el diseño, gestión e implementación del proyecto mejora la relevancia de las intervenciones, a través de una mejor secuencia de actividades.
  • La Fundación Tarayana pudo salvar la distancia entre las iniciativas nacionales más grandes y las realidades locales.
  • La naturaleza centrada en las personas y de amplio espectro del proyecto busca enfrentar diversas cuestiones en la comunidad, en lugar de imponer una agenda existente que puede no encajar con las necesidades locales.
  • El trabajar juntos en pos de una meta común empoderó a la comunidad para colaborar en la resolución de vivienda y otras cuestiones colectivas.

 

¿Cuál es el impacto medioambiental?

  • Los materiales crudos utilizados en la construcción de estas viviendas fueron elegidos basados en lo que ya había disponible localmente. Esto redujo la necesidad de importar. Por ejemplo, el adobe fue utilizado en Rukha, adonde abundaba el barro. En la parte este de Bután, las comunidades utilizaron la roca como el principal material de construcción y bambú en lugar de madera, ya que estos podían encontrarse fácilmente en la zona.
  • El proyecto apoyado por PPD–SGA ayudó a introducir tecnologías amigables con el medio ambiente, tales como cocinas de eficiencia energética, secadores solares de diseño local, instalaciones higiénicas básicas mejoradas de diseño local para el ahumado del pescado con ayuda del Responsable de Extensión de Ganadería y sistemas solares de iluminación de vivienda para reducir el consumo de querosén y resina de madera para iluminación.
  • Tarayana facilitó que la comunidad controle la degradación de la tierra, reestableció el sistema de irrigación y capacitó a la comunidad en el manejo eficiente del agua y la tierra.
  • Se alentó la gestión de los recursos ambientales locales y naturales a través de la capacitación de todas las familias.
  • Las técnicas de cultivo naturales y ecológicas que incluyen compostaje, aplicación de mantillo, rotación de cultivos, siembra asociada, etc., mejoraron la productividad del suelo. Se utilizaron semillas locales polinizadas y se alentó la selección de semillas, almacenamiento e intercambio entre distintos pueblos.
  • Se promovió el uso de herramientas e implementos manuales relevantes.

 

¿Cómo es su sostenibilidad financiera?

  • El proyecto Rukha es financieramente sostenible a que ahora la comunidad posee las habilidades necesarias para obtener ingresos en efectivo. Han construido su confianza; todos sus niños pueden acceder a la educación gratuita proporcionada por el Gobierno.
  • Pueden cuidar y construir sus propias viviendas y también han entendido el concepto de que juntos pueden lograr metas más grandes.
  • La comunidad ha comprendido que ellos son los principales responsables por su bienestar y que se puede lograr mucho a través de trabajar juntos. Esto es en sí mismo un gran paso hacia la sostenibilidad. Ya no esperan el apoyo desde afuera y tienen la confianza para afrontar una cuestión en común luego de utilizar soluciones locales.
  • Los residentes de Rukha trabajan ahora como carpinteros maestros en otros distritos y pueblos (algunos empleados por Tarayana). Los carpinteros maestros son bien pagos y están en alta demanda.
  • La comunidad realiza productos de bambú a pedido y está familiarizada con los procesos de establecimiento de precios y mercadeo de sus productos luego de los años iniciales de apoyo por parte de Artesanías Rurales Tarayana.
  • Las mayores cosechas agrícolas han resultado en que los Oleps coman mejor mientras venden el excedente por efectivo.

 

¿Cuál es el impacto social?

  • Cohesión comunitaria: El proyecto reunió a toda la comunidad para alcanzar un logro común, a pesar de las diferencias de edad y género.
  • Desarrollo de capacidades: La capacitación en alfabetización financiera resultó en el aumento del ahorro, artesanías, emprendimientos, contabilidad, habilidades de construcción de vivienda, carpintería, preparación higiénica de pescado ahumado, agricultura, etc., y esto ha aumentado los conocimientos y capacidades generales de Rukha. Además, tres mujeres fueron capacitadas como ingenieras solares ‘descalzas’ en el Barefoot College en Rajastán por seis meses y son miembros de la Asociación de Ingenieros Solares Descalzos de Bután.
  • Oportunidades de aprendizaje: El centro de aprendizaje comunitario y el aumento en el acceso escolar demuestran mayores oportunidades de educación tanto para adultos como para jóvenes. Y gracias a los paneles solares, los niños tienen luz y más tiempo para hacer sus deberes.
  • Nutrición y salud: El consumo de una dieta más variada ha ayudado a mejorar la ingesta nutricional de las familias. Además, la comunidad ha aprendido cómo preparar comidas nutritivas utilizando diferentes vegetales. Las iniciativas de salud e higiene, agua y sanidad, HIV/SIDA y otras cuestiones de salud, junto con la importancia de la educación y la igualdad de género han ayudado a aumentar la concientización sobre estas importantes cuestiones. Las cocinas tradicionales a leña emiten mucho humo, generalmente causando enfermedades respiratorias. Estas cocinas fueron reemplazadas por cocinas sin humo con eficiencia de combustible.
  • Menor desigualdad: La igualdad de género mejoró ya que las mujeres fueron empoderadas a través de la capacitación y oportunidades económicas, junto con mejor acceso a la información y al conocimiento. Los ancianos y muchos hombres del pueblo admiraron el hecho de que las mujeres hayan obtenido nuevas habilidades. Ellos estuvieron particularmente sorprendidos de que hayan sido las mujeres las que llevaron la energía solar al pueblo.

Tarayana pudo demostrar que con oportunidades y facilitación coordinada, toda comunidad o sector de la sociedad podrían empoderarse y ser capacitados para llevar a cabo su agenda de desarrollo colectivo.

De ser una comunidad con inseguridad alimentaria, altas deudas, pobre y empobrecida hace una década, los Oleps de Rukha están ahora disfrutando de una mejor calidad de vida. También están en una mejor posición para articular sus aspiraciones con sus líderes electos. La comunidad también construyó un templo común en el pueblo por su propia cuenta, movilizando apoyo de otros para las estatuas y el altar, pero contribuyendo con su trabajo colectivo para lograrlo.

Aunque aún queda mucho por hacer, ellos están en una trayectoria de desarrollo sostenible que sólo puede traerles mayor prosperidad y bienestar colectivo.

 

Obstáculos Encontrados

  • El aislamiento geográfico y el terreno montañoso irregular continúan siendo una de las dificultades más grandes para trabajar con estas comunidades remotas.
  • Esto, a su vez, hace que el costo de provisión de servicios sea muy caro, en particular el costo de transporte tanto de bienes como de servicios.
  • Habiendo vivido en aislamiento por tantas décadas, los Oleps vacilaron a la hora de expresar sus necesidades y deseos. Tarayana tuvo que trabajar duro para ganar su confianza. A través de vivir y trabajar con los Oleps, el Trabajador en Terreno se convirtió en una figura familiar en la comunidad.
  • La movilización comunitaria es un desafío, ya que cada pequeña comunidad tiene sus propias dinámicas. El proyecto se enfocó en el diálogo y paciencia para entender las tradiciones locales. Esto ayudó a superar algunos de los obstáculos que estaban ligados a malentendidos culturales o al miedo al cambio.
  • Los fondos para vivienda son difíciles de obtener, a pesar de que tener un techo decente sobre la cabeza es una de las necesidades básicas para enfrentar la pobreza, particularmente en comunidades rurales. Hemos visto la importancia de tener un hogar, alrededor de lo cual todo lo demás puede anclarse, como la conciencia cívica, acceso a la educación, salud e higiene, alimentos y seguridad nutricional, agua y sanidad, mejores cultivos y tecnologías verdes.

 

Lecciones Aprendidas

  • El construir habilidades locales está en el corazón del desarrollo. De hecho, la comunidad puede resolver muchas cuestiones cuando logra apoyo para desarrollar las habilidades que necesita.
  • Una consulta adecuada es clave para el éxito del proyecto. Es fundamental tomar tiempo para entender las necesidades de la población y para evaluar su capacidad de llevar a cabo actividades.
  • Cuando el personal de la organización vive y trabaja en la comunidad, proporciona un entendimiento más claro de las cuestiones locales y ayuda a construir fuertes vínculos con la comunidad.
  • Es importante investigar y entender las oportunidades de financiamiento disponibles. Cada donante debe ser abordado de manera diferente y es fundamental aprovechar al máximo lo que puedan ofrecer.
  • Hemos aprendido a entender la elevada carga administrativa de cada pequeño proyecto implementado, por lo cual nos estamos moviendo hacia un enfoque de programas, mientras que trabajamos para lograr apoyo al presupuesto.
  • Pequeñas comunidades pueden llevar a cabo grandes programas si se les brinda la oportunidad.

 

Evaluación

El Gerente de Proyectos llevó a cabo visitas mensuales a Rukha, lo cual implica cuatro horas de auto seguidas de ocho horas a pie, cada tramo. La visita de monitoreo y evaluación intermedia se llevó a cabo conjuntamente con representantes de los donantes, miembros del Comité Ejecutivo de Tarayana y la gerencia del proyecto. La evaluación final del proyecto se llevó a cabo por un consultor independiente empleado por la Unidad de Pobreza del PNUD. El proyecto fue visto como muy positivo para enfrentar la pobreza multi-dimensional tal como existe en los rincones remotos y rurales del país.

 

Transferencia

Este modelo está siendo actualmente replicado en 150 pueblos a través de Bután, en 15 de los 20 distritos totales. Además, Tarayana ha firmado un Memorando de Entendimiento con la Comisión de Felicidad Nacional Bruta del Gobierno Real (Comisión de Planeamiento) en Enero de 2015, como un asociado en la implementación de la Fase 2 del ‘Programa de Avance de la Economía Rural’ (PAER-2). Tarayana ha piloteado exitosamente en tres pueblos remotos durante la primera fase del PAER.