Un Techo para Chile (UTPCH) es una ONG fundada en Chile en 1997 por un grupo de estudiantes universitarios y por el padre jesuita Felipe Berríos S.J., quienes, abrumados por las deplorables condiciones de los campamentos del país, se sintieron obligados a realizar un trabajo activo para enfrentarlas. El trabajo inicial de los estudiantes consistió en ayudar a los habitantes de los campamentos a construir pequeñas casas tradicionales de madera para cubrir sus necesidades de alojamiento inmediatas. Habiendo crecido esta actividad en escala a nivel nacional, se establecieron programas de inclusión social como una segunda etapa de actividad, en la que los voluntarios ayudan a los habitantes de los campamentos a mejorar su posición económica. Se está desarrollando una tercera fase con la provisión de alojamiento permanente. Los principales beneficiarios son 10.000 familias en Chile (unas 45.000 personas) que contarán con vivienda permanente, además de los miles de jóvenes voluntarios cuya comprensión de la pobreza y la inequidad ha ido en aumento.

 

Descripción del Proyecto

Fines y Objetivos

El principal objetivo del UTPCH es el de superar la pobreza a través del trabajo de jóvenes voluntarios y del involucramiento de instituciones públicas y privadas.  El objetivo específico del programa “Del Campamento al Barrio” es el de entregar, hasta septiembre de 2013, viviendas permanentes a 10.000 familias que actualmente viven en campamentos.

Contexto

Según el UTPCH, aproximadamente 20.000 familias viven actualmente en 533 campamentos en todo el país. Estos asentamientos carecen, no solo de una vivienda digna y de acceso a servicios básicos, sino que además sufren de la falta de acceso a servicios de salud, educación y a oportunidades de empleo.  Las viviendas en estos campamentos son construidas por los mismos dueños con materiales de desecho, como madera, cartón, malla, zinc, etc. y dentro de los campamentos existe un alto nivel de desempleo, alcoholismo, abuso de drogas,  violencia intrafamiliar y prostitución.  Otras 380.000 familias de bajos ingresos viven en la pobreza y en situaciones de vivienda irregulares.

Aunque las sucesivas políticas de vivienda implementadas por los gobiernos de turno han mitigado con éxito el déficit de vivienda, la estrategia ha estado más bien dirigida a la cantidad y no a la calidad y se han entregado casas nuevas en la periferia de las ciudades. Esto ha ocasionado una marcada segregación social, en la que grandes áreas urbanas se han caracterizado por la falta de infraestructura, la desintegración de las redes sociales, la separación de las familias de sus parientes, de sus lugares de trabajo, de sus amigos y de sus antiguas zonas residenciales.

Rasgos Clave

Este proyecto suministrará 10.000 nuevos hogares permanentes para residentes de campamentos en Chile. UTPCH ve esto como una tercera etapa de su trabajo, aprovechando la anterior provisión de vivienda de transición (un programa que ya no se realiza en Chile) y los programas de inclusión social, que proveerán educación y capacitación en salud, generación de ingresos, microfinanciamiento, destrezas empresariales, asistencia legal y áreas culturales/recreacionales. El voluntariado es el motor del proyecto. Empezó con entrega de viviendas transitorias, construyendo en Chile más de 33.000 antes del terremoto con más de 100.000 voluntarios. Durante el terremoto se construyeron más de 23.000 en menos de 3 meses. Los mismos voluntarios son quienes también lideran los proyectos de inclusión social.
El programa se lleva adelante como parte de la política nacional de vivienda, en virtud de la cual el gobierno financia US$23.000 por cada casa disponible. Estos proyectos pueden ser llevados a cabo por cualquiera de los proveedores de vivienda registrados en Chile, aunque la idea de UTPCH es mejorar las casas partiendo del modelo base. Esto se logra al continuar con la implementación de sus programas de inclusión social para enfrentar los niveles de pobreza, suministrando una vivienda de mejor calidad y logrando mejor integración en los barrios de aquellos habitantes que son reubicados. Las familias deben organizarse en grupos de 50 para poder solicitar el subsidio. Todas las familias participantes han recibido del UTPCH una casa de transición.

UTPCH ayuda a las familias a identificar lotes de terrenos apropiados y bien ubicados, a desarrollar los diseños de las viviendas y los barrios, a contratar y supervisar a los equipos de constructores, poniendo énfasis en la importancia de la participación en todo el proceso. Los nuevos apartamentos están dispuestos típicamente en bloques de dos o tres pisos, se construyen con ladrillo y cemento y varían en tamaño desde los 42m2 a los 65m2.  En los casos en que es posible, el terreno ocupado informalmente se lo adquiere a su propietario para construir allí los nuevos departamentos, pero esto resulta cada vez más difícil, dados los prolongados procesos legales y el rápido aumento en los precios de los terrenos.

Un 98% de los hogares permanecen en sus barrios, y las reubicaciones raramente se dan a una distancia mayor de 1.5 km de su hogar original. Un 15% de los hogares puede permanecer en el mimo lugar y se entregan a las familias títulos de propiedad.  Con la creciente presión sobre la tierra se espera que el número de pisos de los bloques de apartamentos aumente hasta cuatro o cinco.  Hasta la fecha se ha involucrado a 8.019 familias en 104 proyectos diferentes y se ha terminado un total de 616 de los 10.000 viviendas.

Cobertura de Costos

Como proveedor autorizado de vivienda social, UTPCH recibe subsidios del Fondo Solidario de Vivienda del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, equivalentes a aproximadamente US$23.000 por familia para la compra del terreno, la dotación de infraestructura y la construcción de una unidad de vivienda permanente. Adicionalmente, un valor por concepto de desarrollo de US$670 por cada departamento se paga a UTPCH por la administración y el trabajo de desarrollo, es decir, un valor total de US$6.7 millones para 10.000 familias.

Para ser elegible para recibir un subsidio de vivienda del Fondo Solidario de Vivienda, las familias deben tener ahorros por US$400, pero UTPCH requiere que ahorren otros US$400 adicionales para poder mejorar la calidad de la casa y para fomentar el hábito del ahorro. Estos fondos se utilizan para mejorar la calidad de la casa estándar o para ayudar a cubrir el valor de los terrenos más caros.

Cinco compañías multinacionales del sector privado dan asistencia por un monto de US$13.8 m y se buscan fuentes privadas de financiamiento, con la esperanza de lograr US$50 m. Estos fondos permiten dar asistencia a programas de inclusión social y proveen algo de dinero adicional a los subsidios del gobierno que alcanzan US$23.000 por apartamento, para mejorar el modelo estándar básico.

Finalmente, existen otras iniciativas para reunir fondos mediante colectas en las calles, en las que participan miles de voluntarios.  A la vez que se piden donaciones, los voluntarios crean conciencia entre el público sobre el problema de vivienda y el trabajo que desarrolla UTPCH.

Impacto

Este proyecto ha entregado ya más de 70 hectáreas de terrenos urbanos a los residentes del campamento y habrán entregado un hogar permanente a 10.000 familias de aquí al año 2013.  Las familias que solían vivir en campamentos residen ahora en barrios que se hallan integrados con redes y servicios formales.

Aunque UTPCH no pretende ser la única organización que ha desarrollado este tipo de intervención no paternalista en Chile, ha ido más lejos que las otras, al publicitar y criticar las políticas sociales.  Finalmente, luego de muchos años, la nueva política de vivienda ha dado un giro hacia la vivienda pública de buena calidad, al incluir las opiniones de los residentes en el diseño, la construcción y en la elección de la ubicación de sus departamentos.  Hace doce años, cuando UTPCH inició su trabajo en los campamentos, estas ideas no eran incluidas en las discusiones y prácticas de políticas públicas.  Hoy en día, hacer frente al problema de los campamentos en la ciudad es una de las prioridades actuales del gobierno, y es un tema crucial en el discurso de los candidatos presidenciales.

 

¿Por qué es innovador?

  • Acercar  a sectores divididos de la sociedad, llevando a jóvenes profesionales y a estudiantes universitarios, generalmente de sectores más pudientes, a los campamentos más pobres, abriendo así sus ojos a las duras realidades de la pobreza.
  • Apuntar a un desarrollo integral, en lugar de simplemente superar la pobreza material.
  • Asistencia financiera de empresas, lo que promueve el desarrollo de la responsabilidad social dentro del sector comercial.
  • Crear barrios sostenibles, evitando una transición traumática del campamento a casas de ladrillo y cemento.
  • Mejorar los estándares públicos para vivienda, con extensiones de fácil construcción, de costo accesible, con buen aislamiento y seguras.
  • Los arquitectos han comenzado a ver a la vivienda pública como un desafío y ya no como un trabajo no deseable.
  • Desarrollo de herramientas innovadoras como los Sistemas de Información Geográfica y fotointerpretación satelital para localizar lotes de terrenos desocupados.
  • Participación de la comunidad, que incluye una metodología participativa en el diseño, en las que los residentes trabajan conjuntamente con arquitectos, diseñadores y profesionales de UTPCH.

 

¿Cuál es el impacto medioambiental?

  • Aunque las viviendas transitorias son muy sencillas y se construyen con paneles de madera que se ensamblan rápidamente, los apartamentos permanentes son construidos de ladrillo y cemento.
  • Los bajos presupuestos para los proyectos de vivienda pública no incluyen generalmente recursos suficientes para poder cumplir con los mínimos estándares de ahorro de energía. Sin embargo, al conseguir financiamiento adicional del gobierno y de ONGs, se han podido incluir componentes para el ahorro de energía en algunos proyectos. Por ejemplo, el proyecto de vivienda ‘Juntos Podemos’ cuenta con paneles solares que suministran agua caliente a 125 familias.
  • La calidad ambiental de la vida en la ciudad ha mejorado al ayudar a crear ciudades mejor planificadas y más eficientes, limitando la expansión descontrolada de la ciudad.

 

¿Cómo es su sostenibilidad financiera?

  • El proyecto cuenta mucho con el subsidio público para la vivienda, y UTPCH percibe como un logro que el gobierno haya aceptado su responsabilidad de dotar de vivienda pública a los residentes de bajos ingresos.
  • Adicionalmente a la capacitación que UTPCH provee a los hogares, los estudios muestran que por cada casa construida se crean 1.6 puestos de trabajo.  En aquellos casos donde es posible, se alienta a los contratistas a contratar a trabajadores calificados de entre los residentes para ayudar en la creación de posibilidades de nuevas fuentes de ingresos para la comunidad.
  • Fomentar el hábito del ahorro entre los hogares les trae beneficios a largo plazo.
  • UTPCH ayuda a las familias a acceder al préstamo no reembolsable para vivienda del gobierno, así como a financiamiento adicional proporcionado por empresas privadas. Los beneficiarios no deben pagar el préstamo no reembolsable y UTPCH no cobra ningún honorario a las familias, a diferencia de lo que hacen otros proveedores de vivienda pública registrados, y según UTPCH, tienen una relación de mayor apoyo con las familias. UTPCH dice que los US$800 que requiere de cada hogar son manejables para la mayoría, y para aquellos que no pueden pagar esa suma, se recogen fondos a través de colectas que los estudiantes ayudan a organizar. Las unidades no pueden ser vendidas durante cinco años, pero pueden ser subarrendadas. En caso de adquirirse nuevos terrenos, el marco de tiempo se amplia a 15 años.

 

¿Cuál es el impacto social?

  • Las familias trabajan juntas en grupos de al menos 50 para solicitar el préstamo no reembolsable y en la construcción de sus nuevas viviendas. Si son reubicados, se les alienta a trabajar conjuntamente con sus nuevos vecinos para asegurar una buena cooperación dentro de la comunidad.
  • La capacitación se da a través de programas de inclusión social, siendo una parte crucial lo relativo a la administración de los fondos y al incentivo de los hábitos de ahorro.  Los cursos de capacitación se centran en una gama de destrezas técnicas y de otra índole y en el desarrollo del sentido de responsabilidad, destrezas para la solución de problemas, etc.  Estos programas son liderados por representantes de la comunidad, quienes desarrollan sus propias habilidades de liderazgo.
  • Al asegurar que los nuevos barrios y sus residentes estén conectados a las redes formales de la ciudad, especialmente a los servicios de salud, vivienda y educación, se ha logrado reducir de manera sustancial las inequidades sociales.
  • El empoderamiento individual es un elemento clave de todos los programas de inclusión social de UTPCH. A más de proveer educación primaria para todos, estos programas incluyen capacitación vocacional y destrezas empresariales, junto con la creación de conciencia sobre las técnicas de gestión financiera. Las reuniones de la Organización Comunitaria, que constituyen el núcleo de los programas de inclusión social de UTPCH, son esenciales para contribuir a la participación de los residentes de la sociedad civil.  A través de estas reuniones, los residentes empiezan a creer en ellos mismos y en la fuerza de la organización comunitaria, empoderándolos para que participen en redes formales y en espacios democráticos.

 

Obstáculos Encontrados

  • Al inicio fue difícil convencer a la gente de que la estrategia de UTPCH iba a funcionar, y la percepción de que Chile es un país rico distraía a la sociedad en su conjunto del hecho de que todavía existen altos niveles de pobreza.
  • Involucrarse con las familias que residen en los campamentos fue difícil para algunos de los voluntarios y del personal de UTPCH, por lo que se necesitó que se dieran pasos para superar una serie de prejuicios profundamente arraigados en la sociedad chilena. Adicionalmente, fue necesario superar la creencia común de que los grandes arquitectos trabajan solo en la creación de grandes edificios y no en vivienda pública. UTPCH convenció a arquitectos reconocidos para que diseñaran barrios integrados que incluyen vivienda pública.
  • Convencer a las empresas constructoras para que trabajaran a cambio de bajas utilidades fue un gran desafío, pero se lo logró gracias al fuerte posicionamiento de UTPCH y a la perseverancia de su personal y de los voluntarios.
  • Siendo una organización compuesta por estudiantes universitarios y profesionales jóvenes con altos niveles de compromiso y entusiasmo, pero con poca experiencia de trabajo, existía poco conocimiento sobre cómo lidiar con la industria de bienes raíces.  Aun más, en ocasiones los jóvenes se sentían frustrados con el lento ritmo burocrático del sistema público.
  • Fue un desafío real encontrar parcelas de terreno disponibles y económicamente accesibles para la construcción de los bloques de apartamentos.

 

Lecciones Aprendidas

  • Como un primer paso para erradicar a los campamentos, es necesario ofrecer vivienda básica temporal, pero esto es insuficiente para erradicar la pobreza extrema.  Se necesitaron programas de inclusión social y de vivienda definitivas que incluyan a las familias en su proceso  para desarrollar comunidades y barrios sostenibles.
  • La capacidad de escuchar es un atributo crucial para incluir a los residentes en cada una de las etapas del proceso.
  • Para que los voluntarios lleven a cabo un trabajo comprometido, éstos deben sentirse parte de una institución en la que se escuchen y tomen en cuenta sus opiniones.
  • Es esencial dar a conocer el trabajo de UTPCH hacia el exterior para elevar el perfil de la causa que mueve a su organización.
  • Un elemento clave es saber manejar las expectativas de los beneficiarios, ya que el resultado final no siempre será todo lo que ellos esperan. Esto se consigue haciéndoles conocer las limitaciones a lo largo de todo el proyecto, con el fin de evitar falsas expectativas.
  • La provisión de vivienda pública es un proceso largo y lento. La vivienda no es la solución total a todos los problemas de pobreza de una familia, sino uno de los pasos para lograr su desarrollo.
  • Trabajar con las familias, no para ellas es un proceso más largo pero que asegura la sustentabilidad del proyecto.

 

Evaluación

El Centro de Investigación Social de UTPCH se encuentra actualmente evaluando los resultados y las percepciones de las familias que recientemente se mudaron a sus barrios.  También está estableciendo las líneas de base en aquellas comunidades que todavía viven en campamentos, con el fin de poder evaluar las mejoras que se producen en su calidad de vida una vez que llegan a vivir en los nuevos barrios.  Además, los mismos residentes monitorean y evalúan constantemente el proyecto.  Esto se lo hace formalmente durante las reuniones periódicas de los comités de vivienda y/o en asambleas generales  en las que participan todas las familias.

 

Transferencia

El trabajo de UTPCH ha crecido rápidamente desde que inició en 1997 y ahora cubre ocho de las trece regiones que tiene Chile, con un número de proyectos a través de todo el país, que creció de de seis en el año 2005 a 104 en 2009. La primera etapa del proyecto (construcción de viviendas de transición) se ha difundido a otros 16 países en América latina, siete de los cuales también han desarrollado programas de inclusión social. Se espera que una tercera fase de provisión de viviendas permanentes comience en breve en Uruguay.  Dirigidos desde la sede de UTPCH en Santiago de Chile, más de 250.000 voluntarios han sido movilizados en 18 países y se han construido hasta la fecha más de 70.000 viviendas de transición.