Mi cesta
Si le digo a alguien en el bar (o en cualquier escenario social comparable) que trabajo en vivienda, inevitablemente me encontraré con alguna de las ‘cuestiones malditas de vivienda’.
No podemos manejar nuevas viviendas en mi barrio…
Mis padres están buscando vender su casa pero no pueden encontrar ningún otro lugar que les guste…
Estoy cansado de alquilar – es como tirar el dinero por la cañería…
Sé que la gente no puede pagar por su vivienda, pero no quiero que la mía se desvalorice…
En realidad no quiero ser propietario, ¿pero adonde más sería seguro poner mi dinero…?
Actualmente me encuentro gestionando un ambicioso programa para intentar fomentar la vivienda liderada por la communidad ‘hacia la corriente principal’, como algo que ayude a la gente a encontrar soluciones para algunos de estos problemas. En marzo de 2016, el gobierno del Reino Unido anunció 60 millones de libras esterlinas en el presupuesto para la vivienda liderada por la comunidad. ¡Esperamos tener un rol en lograr una respuesta tan positiva como esta oportunidad!
Vivienda liderada por la comunidad: ¿Qué es eso?
Afuera de mi oficina, si le digo a alguien que trabajo en vivienda liderada por la comunidad, la respuesta inevitable será “¿Qué es eso?” Yo siempre elijo la respuesta más simple y digna de conversación en el bar – “Es lo que suena…”
Por supuesto, luego paso a explicar algunos ejemplos (existen algunas cosas fantásticas ocurriendo allí afuera…explicare esto más adelante). El punto es que no es un concepto raro, extravagante, hippie que es sólo para personas con pantalones de cáñamo, de principios firmes y una abundancia interminable de energía y determinación. El principio de vivienda liderada por la comunidad es, para mí, simple. Es eliminar la apatía. Es que la gente diga “Un momento – las casas y los lugares son para la gente. ¡Yo soy una persona! Quizás deba involucrarme de alguna manera…” El de alguna manera es de lo que se trata mi trabajo.
Un problema compartido…
La vivienda liderada por la comunidad ha sido descrita como ‘de nicho’ o ‘marginal’, pero no lo es (o no necesita serlo). En mi opinión, el desafío más grande es ofrecer un proceso simple de involucramiento. A nivel individual y personal, la mayoría del involucramiento no-profesional en vivienda es reactivo (necesito mudarme/el precio del alquiler aumentó/me preocupa esa propuesta de desarrollo/no puedo costear reparaciones, etc.).
Dado que la mayoría de nosotros pasa la mayor parte de nuestro tiempo en el trabajo u ocupados en la casa, es entendible que estemos motivados solamente cuando algo nos afecta directamente. ¿Pero qué pasaría si existieran formas más fáciles y más accesibles para que todos seamos más proactivos sobre la vivienda? ¿Podríamos comenzar a desarrollar un nivel más alto de compromiso para resolver nuestros problemas y hacerlos menos abrumadores durante este proceso?
En otros países es mucho más común que las personas resuelvan sus problemas de vivienda por sí mismos
La terrible belleza de la diversidad
Para crear una manera de facilitar a las personas comunes el modelar sus espacios de manera propia, primero necesitaríamos coincidir en que todas las distintas maneras de hacerlo son parte del mismo y amplio concepto. Uno pensaría que esto es relativamente simple. Pero no lo es.
En la actualidad, (en Inglaterra) todo el movimiento de la vivienda liderada por la comunidad representa menos que el 1% de toda la vivienda. En ese 1% existe una enorme diversidad. La diversidad es fantástica – son todas las formas creativas que la gente idea para lidiar con los desafíos de vivienda allí adonde viven. Esto puede ser hacer a las viviendas asequibles, hacer algo con las propiedades vacías, crear su propio barrio, compartir responsabilidad y riesgo, tener mayor control sobre qué y adónde se construye, y cualquier número de combinaciones de estas.
Existe un gran número de organizaciones trabajando en el espacio de compromiso cívico…
La diversidad también ha sido uno de mis mayores dolores de cabeza. Para obtener aprobación para hablar de vivienda liderada por la comunidad entre aquellos que ya lo hacen, uno debe entender una serie de ‘modelos’, distintas visiones sobre escala y alcance, discusiones sobre la terminología, y convencer a la gente de que uno puede apreciar los matices, la historia, los años de arduo trabajo y compromiso que el 1% representa.
Eso es difícil. Realmente difícil. Cuando la gente ha trabajado tan duro para crear y hacer crecer algo, no se lo confían a otros fácilmente. De alguna manera se vuelve muy fácil para la gente escapar, mediante la palabra, de las practicidades de unirse bajo una temática común.
“Estamos en peligro de perder la diversidad”
“A la gente le gustan sus propios modelos”
“Nuestra parte es diferente y única”
Todos son argumentos que he escuchado muchas veces. Todos válidos. Pero ninguno negado por el hecho de que existe un principio en común. Toda la vivienda liderada por la comunidad se trata de desarrollar espacios que funcionan para la gente. Toda la gente. En todas partes.
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